lunes, 31 de enero de 2022

La actitud

Cuando alguien que nunca ha hecho una sesión nos llama para hacerse una, suele estar lleno de dudas. Muchas veces ese es el principal motivo de que decidas no hacer una sesión.

¿Has de  sonreír o no? ¿De lado o de frente? ¿Cómo has de colocar los brazos o las manos? ¿Cuál es el secreto de telepisa?

Sin alguien que te de los primeros consejos el resultado suele ser, digamos, raro. Estoy siendo sutil. Tendría que decir "desastroso", pero no lo voy a decir.

No pasa nada: Ahí es donde entra el fotógrafo que, además de apretar el botón tiene que encargarse en primer lugar de tranquilizar al modelo, ya sea haciendo unas cuantas fotos con cualquier excusa (la mía es que estoy calibrando las luces) para que el modelo se empiece a acostumbrar a los flashes, a los ruiditos de carga y todas esas cosas. Todo esto sin parar de hablar de lo fácil sencillo y al final incluso divertido que va a ser la sesión.

En ocasiones es necesario -si la confianza así lo permite-, echar mano de unas cervecitas / cafés, enseñar el catalogo explicando como se han hecho otras fotos, explicando los "truquis" de la sesión y el revelado, etc.

Todo, para que la actitud de modelo pase de ser "aterrorizado" a "me como la cámara".

Hay una serie de reglas de oro que casi nunca se han de romper:  Dar distancia al modelo, no tocarlo para indicar como ha de ponerse (salvo que, insisto, la confianza así lo permita, algo que ocurre casi nunca), y preguntar constantemente a riesgo de parecer pesados,  si le parece bien una idea antes de ponerla en práctica.

Normalmente el modo "confianza" está reservado a amigos y familiares.

De verdad, no es habitual tomarse la confianza de ponerse detrás de alguien y empezar a toquetearlo diciendo pon el pelo así, la mano asá y la pierna de esta forma. Lo normal es explicarle poniéndote tu mismo para que el modelo imite tu pose. O enseñarle alguna foto en laque aparezca esa pose.

Lo diré una vez mas: No toques ¿por qué tocas?



Dicho esto, lo primero es preguntar el tipo de sesión que se desea hacer: Que no es lo mismo una sesión clásica tipo book, que una sesión de parejas o una sesión boudoir.

Cambia la iluminación, la pose, el makeup...

Siempre lo digo: Contextualiza. ¿Qué quieres mostrar? ¿Con qué fines? A partir de ahí, usa las sugerencias del modelo y propón tus ideas.

A veces improvisar y empezar a hacer poses a lo loco puede dar como resultado algo divertido o interesante. Si en 500 fotos no sale nada bueno, igual es que no te llamó dios por el camino de la fotografía.

Pero ten en cuenta que dependiendo de la pose, necesitarás hacer cambios en la iluminación. Una luz de corte, resaltar la silueta y el cabello, potenciar la mirada o la cara, o solo un lado de ella, evitar reflejos de las luces en los ojos, resaltar los complementos o la ropa. Hay millones de motivos para NO hacer todas las poses con una iluminación estática. Y además de la colocación de la iluminación está la potencia de la iluminación. 

Y el fondo (lo de atrás) que comenté el otro día.

Que sí, que hay cosas que cuando funcionan no apetece cambiarlas pero, ¿y si resulta que descubres algo mejor?

Prueba, alma de cántaro, prueba...





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